Caminando por Asturias, caminando por el Paraíso


Bienvenidos a Semeyas de Asturias :

Un pequeño cajón de sastre o un desastre de cajón, todo depende de cómo se mire.

Imágenes de Asturias, pero también de otros lugares, regiones, países; imágenes de paisajes y paisanajes, curiosas unas, sorprendentes otras,etc., en resumen, un espacio donde todo cabe y nada sobra.

El término fotografía, procede del griego φως phos ("luz"), y γραφίς grafis ("diseñar", "escribir") que, en conjunto, significa "diseñar/escribir con la luz".

En algunas culturas, creen que cuando te sacan una fotografía, en ella, se llevan una parte de tu alma, puede ser cierto, puede que no, pero lo sea o no , lo que es seguro es que en cada imagen que tomas, dejas una parte de ti.

Este espacio, este rincón, este cajón de sastre, pretende “ escribir con luz”, para compartir con quienes lo visiten, la magia de la fotografía.

La fotografía , además de permitirnos viajar en el tiempo reviviendo momentos pasados, recordando sensaciones y sentimientos, disfrutando de nuevo de idílicos paisajes, etc., nos permite compartir y difundir esos momentos, sensaciones, impresiones y sentimientos.

¡ Luz, Cámara, Acción ¡
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El origen del Reino de Asturias (II)




Pelayo y la batalla de Covadonga, mito y realidad histórica.







Los relatos más antiguos en torno a la figura de Pelayo y de la batalla de Covadonga son tres crónicas compiladas bajo el Reino de Alfonso III de Asturias (866-911):

Crónica albeldense (c. 881)
Crónica profética (c. 883)
Crónica de los reyes visigodos o crónica de Alfonso III (c. 911)

La primera crónica escrita en castellano y que resume todo lo anterior es la de Alfonso el Sabio (1252-1284) Historia de España o Primera Crónica General.

Las fuentes son confusas y variadas; lo tardío de ellas hace pensar a algunos historiadores su falsedad.

Sus elementos básicos parecerían sin embargo haberse dado:

Pelayo debió ser un caudillo cántabro-astur que logró unificar a los clanes que existían sin organización política.
Los árabes no le dieron importancia a la batalla de Covadonga y siguieron su conquista hacia las Galias.
Es probable que una elite sacerdotal emigrada del sur, diera el soporte ideológico para convertir en Monarquía a los pueblos tribales.

La lucha de los pueblos Astures y Vascones contra los musulmanes, será la misma que ya habían sostenido anteriormente contra los Romanos y los Godos.

Algunas crónicas musulmanas posteriores mencionan a un «bárbaro despreciable llamado Pelayo» que escapando, huyó a una montaña donde sobrevivió con un pequeño grupo, comiendo miel silverstre.

Los musulmanes habrían dejado a los rebeldes diciendo: «¿Qué son treinta bárbaros encaramados en un peñasco? Morirán seguramente.»

Existen crónicas que aseguran que Don Pelayo era Gallego .Muchos coinciden en identificarlo con el Obispado de Bretoña. Esta seguridad se fundamenta en las crónicas del rey Witiza y en las crónicas musulmanas contemporáneas a la batalla de Covadonga.

Cuenta la historia , que el rey Witiza hizo de Tui la capital del Reino de Galicia. En la corte vivían el noble Fabila, su mujer y su hijo Pelayo. Al querer Witiza apropiarse de la mujer de Fabila, el rey lo asesinó y, como era costumbre matar a toda la familia del asesinado para evitar futuras venganzas, los parientes de Fabila huyeron con el niño Pelayo a Britonia.

Las noticias del asesinato se encuentran recogidas y por tanto justificadas en el Cronicón Albedense o Emilianense, escrito en el s.IX: "Witiza reinó diez anos, y en la vida de su Padre tuvo la corte en Tui, y allí el Duque Fabila, padre de Pelaio, lo hirió con un palo en la cabeza".


El Cronicón Tudense afirma también que Witiza mató a Fabila para quitarle la mujer, como en la Crónica de Lucas de Tui, de Rodrigo de Toledo y en la de Sebastián Salmaticense.


Pelayo sirvió como espatario en la corte de don Rodrigo. Arruinado el reino godo, Pelayo marcho con su familia al Norte, y como otros muchos magnates de la corte de don Rodrigo, se acogió a las tierras que los árabes llamaban Galicia, donde acaso pensaron en resistir por última vez a los agarenos invasores.


Firmada la paz al cabo entre los refugiados godos y la gente del país, de una parte, y los musulmanes, de la otra, Pelayo penetró con su hermana en Asturias y allí se estableció en el valle de Cangas, en las estribaciones occidentales de los Picos de Europa.

Las circunstancias que sucedieron después hicieron de él el caudillo de un pueblo, el restaurador de la cristiandad, el paladín de la civilidad europea frente a la religión y a la cultura islamitas y africanas.


Mohamed Mokri atestigua que "el primero que reunió a los cristianos fue Belay(Pelayo,en árabe) del pueblo de la Djalikyah(Galicia ,en árabe)". Pelayo llegaría a ser señor de las tierras bretoñesas y concedería grandes privilegios a Viveiro.


Pelayo,según esta versión abortaría en Covadonga el peligro de una incursión musulmana desde el Este, y sería sucedido por su hijo Fabila -llamado así en recuerdo de su padre-, siendo éstos los únicos sucesos conservados de su reinado.




Otras versiones afirman que : Era don Pelayo un noble de sangre real, hijo del duque Favila y nieto del rey Recesvinto, como se lee en algunas crónicas.


Por intrigas que tuvieron lugar en la corte del rey Vitiza, éste redujo a prisión o dio muerte a Favila, padre de don Pelayo, el cual, temiendo ser víctima de la ira del rey, como su padre, huyó a Cantabria, donde tenía deudos y amigos muy significados. , tras intervenir en la Batalla de Guadalete a las ordenes del Rey Rodrigo , habria llegado a Asturias en el sequito de Arzobispo de Toledo, Urbano , que huyendo del avance musulman, trasladabann las santas Reliquias hasta una cueva excavada en una montaña, llamada hoy día Monsacro, en Morcín, a unos diez kilómetros de Oviedo., donde permanecieron escondidas hasta el reinado de Alfonso II el Casto, en que este monarca mandó trasladarlas a Oviedo y hoy en día guradadas en la Cámara Santa.

(En la imágen la llamada Silla del Obispo, en el pico Monsacro)

La batalla de Covadonga no es menos confusa, ni menos variada en versiones. Hacia el 911 se pone por escrito la tradición en torno a la figura de Pelayo y su levantamiento contra el poder Musulmán. Había sido desterrado de Toledo por el rey Witiza.

Después de la conquista musulmana, el musulmán Munuza, a cargo del gobierno de Asturias, se casa con la hermana de Pelayo y envía a éste confinado a Córdoba. Pelayo escapa, y volviendo a Asturias es elegido rey por algunos cristianos astures y fugitivos del sur.


Los musulmanes mandan contra Pelayo una expedición de castigo al mando de al-Qâma y del obispo Oppas.

Los Astures, ocultos en las laderas de los cerros, cayeron entre tanto sobre Alqama y sus hombres, y dado la estrechez del terreno, aislaron con facilidad la vanguardia de los sarracenos. En el momento decisivo Pelayo y los suyos salieron de la cueva y Alqama murió en el combate. Oppas fue hecho prisionero.

El resto del ejercito huyó despavorido. Al atravesar los difíciles pasos que llevan de Lagos hasta la Bufarrera fueron exterminados.





Aún hoy se le llama la huesera a un pequeño barranco situado en esa ruta, a unos cientos de metros de distancia de la cueva. Pelayo se retira a una cueva, luego llamada Santa María o Covadonga.

La batalla de Covadonga, ocurrió el 28 de Mayo de 722 .


A pesar de lo que algunos relatos puedan señalar, no debió ser más que una escaramuza entre árabes y cristianos, pero el eco de esta victoria se extendió rápidamente entre los refugiados astures y ello acabó dando vida a un Reino.

Si Pelayo se hubiera rendido, quizás los musulmanes, libres del acoso español, hubiesen terminado por conquistar en el siglo IX los restos del Imperio carolingio y Europa hoy sería diferente y muy parecida al mundo afroasiático actual.

Pelayo fue nombrado Rey muy cerca de la actual localidad leonesa de Cordiñanes, en los Picos de Europa, en donde en la actualidad existe un monumento recordatorio de dicho momento histórico.


( En la imágen, la Ermita de Corona situada en Cordiñanes, en la Ruta del Cares, lugar donde según la tradición, Pelayo fue coronado Rey


Instaló la capital del Reino en Cangas de Onís y el resto de su mandato lo pasó intentando consolidar la naciente monarquía, toda vez que los árabes habían decidido no aventurarse más por aquellos inhóspitos y peligrosos parajes, a los que tan poco valor daban, quizás por no poder conseguirlos.


Expandió su reino hacia el norte, hasta la costa y luego hacia el este y el oeste, hasta que murió en 737.

Lo cierto es que España, fue invadida por la tremenda fuerza arrolladora de un vigoroso pueblo guerrero; el mulsumán . Miles de berberiscos dominaron en meses toda la Península Ibérica, poniendo en serio riesgo la integridad de la Europa Cristiana.

Pero en el escarpado norte del país, de espaldas al mar y en una región que hoy conocemos como Asturias; un visigodo, llamado Pelayo, puso en pie de guerra a un aguerrido pueblo que se negó, tal y como había hecho contra los romanos, los pueblos bárbaros e incluso los visigodos, a vivir en esclavitud.


La Batalla de Covadonga fue el inicio de una guerra de ochos siglos, que definiría el devenir histórico de España, su cultura y su gente.

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