Viboli

Viboli

El abrupto y agreste relieve del Concejo de Ponga, (más de la mitad de la superfície del concejo tiene desniveles superiores al 50 % ), condiciona la forma de entender y vivir la vida de muchos de sus habitantes, la pequeña aldea de Viboli es un claro exponente de ello.




Con apenas diez habitantes, Viboli es una de esas aldeas "perdidas entre montañas", un lugar lleno de paz y sosiego , pero donde la vida no es sencilla , al contrario,  la orografía , la climatología y el olvido institucional al que se vé sometida, hacen que la forma de vida de sus habitantes nos recuerde a la que se podía llevar hace muchos , muchos,  años .

Para acceder a Viboli deberemos tomar la carretera nacional 625 que transcurre por el desfiladero que forma el cauce del río Sella.

Nos encontramos en un paraje de una incomparable belleza,  el Desfiladero de los Beyos,  inmensas paredes verticales de roca calcárea cortada limpiamente por el río Sella y  allí donde desaparece el roquedal , impresionantes y frondosos bosques de verdes indescriptibles.

En Puente Güera, en el corazón del desfiladero de los Beyos, se encuentra el cruce que nos llevará hasta Viboli.

Desde aquí, desde Puente Güera, sale una pequeña y estrecha carretera que circula por la agreste Foz,  que forma el río Candano en su vertiginoso descenso desde el Colláu el Zorru hasta verter sus frías y trasparentes aguas en el río Sella, la Foz de los Andamios.

Es una carretera en muy mal estado, lamentablemente abandonada, donde los baches son socavones, y los socavones alcanza la magnitud de pozos.

Una carretera, por llamarla de alguna manera,  estrecha hasta límites insospechables, ( en los cinco kilómetros que hay entre Puente Güera y Viboli no hay un solo “escape”,  y en caso de que un vehículo subiera y otro bajara, uno de los dos  tendría obligatoriamente que dar marcha atrás hasta uno de los dos puntos de partida )

A pesar de que discurre por un estrecho y profundo desfiladero,  apenas hay vallas quitamiedos.

La mayoría de las vallas “fueron víctimas de los argayos.” y las que no reposan en el fondo de la Foz, están colgando a punto de ir a hacerles compañía.

Subir por esta “caleya” en coche entraña un riesgo elevado, sobre todo en días de lluvia cuando el agua baja por la carretera a su antojo , y mejor es no pensar lo que  tiene que ser transitar por ella en invierno con hielo o nieve.

Nosotros habíamos preguntado tanto en S.Juan de Beleño,  como en el mismo bar situado en el cruce que da acceso a esta carretera y de lo dicho anteriormente nada, para ellos se subía bien , la carretera era un poco estrecha , pero vamos sin problemas.

¡ La madre que ………….!

En resumen , que una vez metidos ya en la carretera solo te queda seguir para adelante y esperar que  no baje nadie, que no te caiga una piedra encima, tengas una averia , etc.etc.

Las dos fotos siguientes están tomadas de internet, ya que tanto en la subida como en la bajada estábamos tan ocupados en mantener el coche en la carretera que no sacamos ni una sola fotografía.(Imágenes propiedad de Valentin Enrique )

Tras la penosa subida llegamos a esta preciosa aldea de Viboli.

Nos encontramos en el Parque Natural de Ponga, y como no  podía ser de otra forma, las vistas desde esta pequeña aldea pongueta , son impresionantes.

Dividida en dos barrios, Viboli, reserva a quien le visita un tesoro del patrimonio etnográfico de Asturias, varios ejemplares de hórreos  Beyuscos.

En lo más “cimeru” del pueblo, en el barrio alto de Viboli,  entre las tradiconales casas de piedra asturianas y los típicos hórreos a  cuatro aguas,  siguen en pie tres hórreos Beyuscos.

El hórreo Beyusco, se adapta a la difícil orografía  pongueta,  es de menor tamaño que el tradicional hórreo asturiano,  las colondras en algunos  casos son horizontales en vez de verticales y el detalle que más destaca es su tejado a dos aguas.

Tradiconalmente los hórreos beyuscos a pesar de su pequeño tamaño, solían estar divididos en varias partes, cada una de un propietario diferente.

Estos originales ejemplares de patrimonio etnográfico están en vías de extinción, lo mismo que lo  están todos los pueblos del entorno del desfiladero de los Beyos, cada día más despoblados; aldeas y pueblos como : Tolivia, La Caviella, Biamón, Rubriellos o Canisquesu llevan ya varios años deshabitados.

La vida aquí no es nada fácil , la economía se basa principalmente en la ganadería y la elaboración del  tradicional queso de los Beyos .

Por no tener, los vecinos de Viboli,  no tienen ni  un acceso digno al cementerio local

viéndose obligados trasladar los féretros en tractor o a hombros, ya que el estado de la carretera  y el acceso a su cementerio está en un estado tal,  que imposibilita el uso de una funeraria.

(imagen La Nueva España)

A plena luz del día, bajo un sol radiante, contemplando este paisaje precioso, uno es incapaz de entender  el abandono institucional al que se ven sometidos los habitantes de esta pequeña aldea.

Descendemos hacia el barrio bajo de Viboli, donde entre estrechísimas caleyas, casas y hórreos se apelotonan unos casi encima de otros.

Paseamos entre centenarios hórreos , ejemplares únicos,  que de seguir las cosas como están, lamentablemente acabarán desapareciendo.

“Caerán los hórreos, les cases y hasta la gente", auguran los vecinos del pueblo, hartos de reclamar una y otra vez, que el Ayuntamiento de Ponga o el Principado de Asturias repare y ponga en condiciones una carretera que da miedo a quien tiene que circular por ella.

Una carretera en la que no es posible el cruce de dos vehículos simultáneamente, atestada de baches, donde los pretiles cuelgan desde hace años de las paredes del río, sin que por parte del ayuntamiento se proceda a su reparación, con el consiguiente peligro que ello conlleva a quienes tienen que usar la carretera a diario.

Un pueblo que permanece invierno tras invierno aislado,  teniendo que ser,  los propios vecinos en muchas ocasiones quienes a base de pico y pala abran la carretera.

Esperemos que los presagios no se cumplan y que se atienda a las justas reclamaciones de los vecinos de Viboli, ya que de no ser así , tanto el Principado de Asturias como el Ayuntamiento de Ponga,  algún día tendrán que rendir cuentas no solo a los habitantes de Viboli,  sino a todos los Asturianos.

En tanto en cuanto esto no suceda,  nuestra recomendación es que no dejéis de visitarla , eso si,  a pie, bien saliendo desde Puente Guera, o haciendo una bonita ruta desde Collado Llomena  (punto de partida de la Ruta del Bosque de Peloño).

Caminando por Asturias, caminando por el Paraíso.